Por clothing-bag, 27/04/2022

NO SOY YO, ES EL TALLE

A más de un año de la ley de talles en Argentina y aún no se ven los cambios estructurales ni en shoppings ni en comercios. ¿Qué estamos esperando?NO SOY YO, ES EL TALLE NO SOY YO, ES EL TALLE

Se trata realmente de inclusión, sin ser crítico político de la situación creo que una forma de incluir a la vida social es también a través de los talles de indumentaria.

Atrasa muchísimo ver prendas sólo para gente delgada… ¿acaso el oversize no está de moda y son prendas holgadas? ¿Por qué no podemos poner de moda los talles grandes?

Muchas empresas alegan problemas económicos para cumplir con la ley.

Sus argumentos plantean que les resulta más caro fabricar talles grandes, que se desvirtúan sus diseños, que no hay en el país una moldería para esas proporciones, que es muy difícil unificar los talles por no existir un análisis antropométrico de la mujer argentina.

Sin embargo, las marcas que confeccionan talles grandes dicen que los problemas económicos no son reales, que unos pocos centímetros de tela no tienen incidencia significativa.

Es decir, hay tela para el oversize pero no para un talle 48. No encontrar tu talle en ningún local de indumentaria es una discriminación que produce trastornos alimenticios y puede llevar a la anorexia y la bulimia; que atenta contra un derecho básico: a vestirse.

NO SOY YO, ES EL TALLE

Existen marcas reconocidas en el país que incumplen con la ley, que han presentado recursos de amparo, pero que en Europa lanzan campañas contra la anorexia y la bulimia, organizan desfiles con modelos de dimensiones grandes y ponen a disposición de su clientela una amplia variedad de talles.

Las respuestas para evadir la cartera de talles son tan variadas que terminan sonando más a excusas que a verdades.

Ningún cuerpo es estándar, lo único estándar son los maniquíes, la gente real tiene tantas formas y curvas como personas existan, por lo que como sociedad deberíamos ser un poco más empáticos e incluir una serie de talles que alcance a la mayoría de personas posibles de manera de que todos tengamos las mismas posibilidades a la hora de vestirse.

La ley de talles 27.521 fue sancionada, promulgada, pero no reglamentada y como el estudio para determinar las medidas antropométricas de los argentinos requiere participación presencial, actualmente está suspendido por la pandemia.

Hecha la Ley, hecha la trampa

La ley no obliga a los comercios a tener la curva completa de talles a la venta. El objetivo de la ley es que todos tengan la oportunidad de vestirse, pero eso no implica que cada local deba tener todos los talles.

Otra de las trampas es la falta de inspecciones por parte del organismo pertinente, que debería hacer cumplir la ley, al menos inspeccionar la identificación del talle que debe estar contenida en el pictograma correspondiente en una etiqueta adherida a la prenda, de manera cierta, clara y detallada, es decir de fácil comprensión para el consumidor.

Y los comercios tienen la obligación de exhibir un cartel (tamaño mínimo de 15 por 21 centímetros) en un lugar de fácil visibilidad, que contenga la tabla de medidas corporales normalizadas.

Ésta lucha continuará mis queridas lectoras, mientras tanto las invito a seguir buscando opciones , y donde no las haya, ¡no volver

DIOSA

La supermodelo Ashley Grahamreconoce que en muchos photoshoots acaba en ropa interior o incluso desnuda por escasez de tallaje. “Es una realidad y un atraso: muchas celebrities con curvas ven imposible encontrar un vestido adecuado a su tipo de cuerpo. Los diseñadores no amplían su espectro de tallas y muchos se niegan a trabajar a medida con chicas como yo. Es un prejuicio”, se queja.

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