Por clothing-bag, 10/01/2023

Efecto Covid-19: El negocio de las 'mulas' cubanas se traslada a España

Martha es una cubana de 56 años que no trabaja, pero tiene una fuente de ingresos estable: viaja a países como Panamá, México y Perú a comprar mercancías que luego vende en Cuba. Su pasaporte español la exime de solicitar visado. El cierre de fronteras provocado por la expansión del Covid-19 torció sus planes y puso en peligro su economía. Por suerte, todavía puede viajar a España.

El negocio

"España no es un destino idóneo para venir de compras porque, con respecto a países como Panamá, México o Perú, el costo de la mercancía, comida, trasporte y alojamiento es mucho más caro. Además, el viaje es muy largo y el cambio de horario te afecta", dice a DIARIO DE CUBA esta cubana, que ha tenido que trasladar sus operaciones a la península ibérica.

Osmany, otro cubano que viaja y compra mercancías para vender en la Isla, explica cómo funciona el negocio en las circunstancias actuales.

"Por lo general, (las 'mulas') viajan en grupos de ocho personas o más. Son personas que no han realizado la importación del año y se les paga 150 euros y la maleta de 10kg para compras personales. El resto pertenece a quien paga el viaje y corre con todos los gastos de transporte, hospedaje y alimentación".

Este negocio existía antes de la pandemia y se beneficiaban muchos cubanos con residencia o ciudadanía de otro país. Solo necesitaban reservar la importación (sobrepeso) que permite pagar el Gobierno en moneda nacional a los residentes en la Isla una vez al año, y ofrecer sus servicios a un compatriota que les sufragara viaje, comida y alojamiento.

El viaje

"Con la pandemia de Covid-19 y las restricciones impuestas dentro de Cuba, es una odisea conseguir los permisos para traslados interprovinciales y para comprar los pasajes. El PCR, España lo exige con (no más de) 24 horas de antelación, así que hay que pedir autorización a la Dirección de Higiene y Epidemiología de tu territorio para ir a realizarse el examen cuando es fuera de tu municipio; luego, autorización para recoger los resultados con 24 horas de antelación y, por último, el permiso para el chofer que te lleva al aeropuerto", enumera Martha.

Karla es una veinteañera que no continuó estudiando después de terminar el preuniversitario. Aún no tiene claro qué hará en el futuro; por el momento le saca partido a su condición de española que, además de proporcionarle ingresos, le permite viajar y ver parte del mundo.

Pero es poco lo que ha podido disfrutar, pues las dificultades comenzaron justo cuando iba a viajar a España por primera vez, y no solo debido a la pandemia.

Efecto Covid-19: El negocio de las 'mulas' cubanas se traslada a España

"Hace poco prohibieron la compra de pasajes aéreos en moneda nacional. Ahora, obligatoriamente es con tarjeta MLC (Moneda Libremente Convertible). Así que hay que comprar los euros también para el pasaje; antes eso lo comprábamos en moneda nacional", se queja.

Esto aumenta el gasto para quien costea los pasajes y podría dejar de considerar rentable el negocio.

Las compras

Otra de las dificultades que enfrentan estos cubanos con nacionalidad española es, precisamente, la compra de los euros.

"Antes del ordenamiento (monetario) y el Covid, la entrada de turismo favorecía la compra de dólares por cantidad; ahora no sucede así, hay que comprar lo que aparezca", explica Adrián, esposo de Karla y dueño de un pequeño quiosco donde vende enseres de baño. "A veces nos demoramos meses para completar todo el dinero que se necesita para las compras. Nos avisa un vecino o un amigo de que Fulano está vendiendo 20 dólares, 60 o lo que sea, y así vamos reuniendo".

"En otros países donde compramos, como Perú, Panamá, México, Haití, la moneda por excelencia es el dólar, que se mantiene en el mercado negro cubano sobre los 60 pesos moneda nacional, a diferencia del euro que, además de que es mucho más difícil de encontrar, está sobre los 80 pesos”.

En España, según explica Martha, los cubanos compran ropa interior de hombre y mujer, calzado y ropa ligera. "Todo depende de la provincia y el tipo de clientes de cada vendedor, que ya conoce su mercado y dónde y qué se vende mejor y más rápido. Además, algunos artículos electrónicos como teléfonos y memorias flash".

Para comprar, se trasladan al Polígono Industrial Cobo Calleja, en el municipio madrileño Fuenlabrada, "el único lugar donde se puede comprar y que deja alguna ganancia, sobre todo porque las compras son al por mayor y se puede negociar un poco el precio", dice Osmany, quien supo del sitio —donde abunda la mercacía china— porque otros cubanos que han viajado antes corrieron la voz.

Poder entrar a Cuba productos de aseo, medicamentos y comida libres de costo, tras recientes medidas del Gobierno, "es bueno, pero en España es muy difícil para adquirir medicamentos, ya que la mayoría de los que se demandan en Cuba llevan receta médica. Solo las vitaminas y complementos nutricionales o medicina natural se pudieran llevar para vender. Yo, en lo personal, no compro medicinas para vender; es muy duro en la situación que estamos ahora los cubanos vender una pastilla para la fiebre", comenta Osmany.

Sobre los alimentos y los artículos de higiene, considera que está por ver si da resultado comprarlos, porque en Cuba se paga el sobrepeso en moneda nacional (si se trata de la primera importación del año), pero transportar una maleta extra por cualquier aerolínea cuesta aproximadamente 120 euros.

Respecto al hospedaje durante los viajes a España, que suelen durar menos de una semana, Osmany dice que el costo diario de alojamiento y comida "está por los 35 euros".

"Casi siempre rentamos un apartamentico, dormimos en el piso, en el sofá, donde se pueda para ahorrar en gastos personales. Las mujeres son las que peor lo pasan porque compartimos el baño, la cocina y a veces somos hasta ocho para dos habitaciones".

"Lo bueno es que las ayudamos a cargar los bultos, cada uno (pesa) 23 kilogramos. Hay que empaquetar, que eso por lo general lo hacen las mujeres, pero pesar, retractilar y cargar, vaya, el trabajo duro, nosotros lo hacemos", dice el cubano.

El regreso

Ante la falta de transporte público interprovincial en Cuba, otra fase complicada del viaje es el retorno al interior de la Isla. El chofer privado que contraten las "mulas" no puede haber ido a La Habana en los últimos 15 días, "eso significa que quien nos lleva (al aeropuerto) no puede ser el que nos recoge al regreso. Eso hay que coordinarlo antes de salir", dice Karla.

"Son dos viajes de regreso: uno del aeropuerto a la provincia y después del confinamiento a la casa", detalla en referencia al aislamiento en un centro estatal que el Gobierno obliga a pasar actualmente a quienes llegan a la Isla, debido a la pandemia de Covid-19.

"En los centros de aislamiento no hay ventiladores, se comparte habitación con otras personas, no hay agua caliente, solo disponen de un refrigerador. La alimentación te la llevan a tu habitación y no tienes opción de comprar otras cosas o de recibir comida de familiares", describe su esposo.

La ganancia

"De Cuba solo se pueden sacar 2.000 pesos en moneda nacional y al regreso hay que pagar aproximadamente 15.000 pesos por el equipaje", cuenta Martha. "Lo que quiere hacer (el Gobierno de) Cuba es obligarnos a cambiar los euros en la CADECA dentro del aeropuerto a 27 pesos por euro, cuando por fuera nosotros lo tenemos que comprar a 80 pesos, por lo que tenemos que sacar escondido el dinero en el viaje de ida. No te puedo explicar el miedo y las ideas que se nos ocurren para pasar el dinero. Lo escondemos en las medias, la ropa interior...".

El Gobierno actualmente no vende ningún tipo de divisas a los cubanos, por lo que la única fuente es el mercado negro.

"Luego que pasamos por la Aduana, al azar nos hacen unos controles para revisar si tenemos más dinero del establecido y, si es así, te lo quitan sin derecho a reclamar nada", señala Adrián.

"Los aduaneros están pendientes de cada pasajero, hacen controles aduanales con más frecuencia. Marcar las maletas para abrirlas y revisarlas está de moda. Por supuesto, nadie que está en este negocio llega a Cuba únicamente con la cantidad de artículos permitidos, y todo lo que esté por encima puede ser decomisado si consideran que tiene 'carácter comercial'. Hemos tenido compañeros que han perdido toda la ganancia en lo que les han quitado en la Aduana. Imagínese invertir miles de dólares y que te lo quiten prácticamente todo. Es muy duro".

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