En esta corsetería bilbaína de toda la vida venden los bañadores que mejor sientan

Ni la ropa interior ni los trajes de baño son prendas fáciles de encontrar y comprar. ¿Quién sabe con seguridad la talla de sujetador que tiene, qué tipo de braguita le sienta mejor o qué escote favorece su pecho? Aunque podamos tener una «pequeña» idea, no siempre acertamos. Los tallajes son diferentes entre unas firmas y otras e incluso comprando en la misma marca, pueden diferir dependiendo del modelo. Sin embargo, esto no ocurre en caso de acudir a la icónica tienda Zubiri (Bilbao, Getxo, San Sebastián), una corsetería vizcaína de toda la vida con 100 años de trayectoria. ¡Es poner un pie en la tienda y saber lo que necesitamos gracias a la profesionalidad de su equipo!

Como pequeño apunte, cabe recordar que Zubiri 1908 nació con Isabel Sánchez, hija de una modista llamada Begoña Orueta. Ésta abrió la tienda en 1908, junto a su marido Vicente Zubiri y la ubicó en la calle Tendería del Casco Viejo. Ahí empezó a diseñar corsés a medida.

Tras años en el exilio, uno de sus 17 hijos, Sabin, pasó a hacerse cargo del negocio. Y a este se le sumó rápidamente su primogénito; persona que al día de hoy sigue al pie del cañón junto a su hija pequeña, Nora.

El punto fuerte de este comercio local reside en la amplia y minuciosa selección de lencería, ropa interior y trajes de baño, para todas las edades y para todos los cuerpos, junto a una atención personalizada y muy experimentada. Cumplen las necesidades de cada cliente con la mayor calidad, mimo y trato. Además, estando siempre en constante innovación, abogan por «esa prenda» que no encuentras en ningún otro establecimiento.

Al margen de la amplia selección multimarca nacional e internacional, tienen su propia marca Zubiri. Toallas en Portugal, calzoncillos y pijamas de hombre en Cataluña; toda una colección de libertys, algodones y sedas confeccionadas en Arrigorriaga; su típico sujetador reductor 'Mirac' confeccionado en el propio taller de Deusto... ¿Se puede pedir más?

Además, cabe mencionar que aportan un servicio exquisito a nivel de productos «post mastectomía», a través de las prótesis mamarias y los sujetadores; y los bañadores y los bikinis adecuados para estas mujeres. A esto se le suma un servicio para quienes no quieren llevar dichas prótesis, adaptando cualquier prenda al gusto y a la necesidad del cliente.

Esta firma vizcaína está afrontando esta era marcada por el Covid «con mucho ánimo y precaución, intentando seguir haciéndolo de la mejor manera, con el máximo cuidado y mimando la calidad del producto y del servicio». Y como ellos mismos subrayan a través de las sinceras palabras de Nora, la actual propietaria, «el cierre total fue un palo, pero desde entonces ahí vamos, sin queja alguna y constatando que la gente tiene muchas ganas de afrontar este veranito».