Por clothing-bag, 17/02/2022

Premier League: La historia del Liverpool en 10 momentos | Marca.com

'The Cavern Club' es el pub más famoso de Liverpool y, posiblemente, del mundo. En 'The Cavern Club' actuaron 'The Beatles' en 292 ocasiones. 'The Beatles' es el grupo unánimemente reconocido como el más influyente en la historia de la música.

En Liverpool fue registrado el Titanic, aunque nunca llegó a atracar en 'The Royal Albert Dock', el muelle que es el corazón de la principal urbe del condado de Lancashire. La palabra Liverpool, grabada en la popa debajo del nombre del archiconocido transatlántico, fue lo último que se vio al sumergirse el buque en el fondo del Atlántico, tras chocar con un iceberg en 1912.

Una de las pruebas más tradicionales y con más solera de la historia del deporte, el 'Grand National', se disputa desde 1839 en el hipódromo de Aintree, una pequeña localidad situada a 9 kilómetros del centro de Liverpool.

Y en Liverpool, en fin, hay dos equipos en el fútbol profesional inglés cuyos estadios, ubicados en el margen derecho del río Mersey, están separados por menos de media milla. El decano de la ciudad es el Everton, su color es el azul y juega en Goodison Park.

El otro equipo viste de rojo de arriba abajo. Sus 63 títulos incluyen 19 Ligas inglesas y 6 Copas de Europa. Juega en un templo llamado Anfield y en el fondo sur del estadio se erige 'The Kop', la tribuna de aficionados más célebre del mundo. Es el Liverpool Football Club, los 'reds', y nunca caminarán solos.

Los 10 datos imprescindibles que han forjado la leyenda 'roja'

Sintetizar la historia de uno de los clubes más grandes y laureados del fútbol mundial en 10 apartados no es tarea sencilla.

Desde su creación en la recta final del siglo XIX (lo que son las cosas, 'gracias' al Everton), a la llegada de Bill Shankly, considerado por casi todos como el precursor del gran Liverpool que mandaría en Inglaterra y en el continente a finales de la década de los 70 y en los 80.

Bob Paisley, lugarteniente de Shankly, tomó el relevo de éste cuando repentinamente dejó el club en agosto de 1974. Paisley supo aplicar las enseñanzas de su maestro a la par que, naturalmente, añadir otras muchas de su propia cosecha con Joe Fagan a su lado.

Llegaron las cuatro primeras Copa de Europa para los 'reds' en un lapso de ocho temporadas en las que el dominio inglés lejos de sus fronteras fue apabullante (dos para el Nottingham y una para el Aston Villa), concediendo apenas una al Hamburgo en 1983.

Las tragedias de Heysel (1985) y Hillsborough (1989) marcarían tristemente el devenir del conjunto de Anfield, que pasó por una larga etapa de mediocridad hasta la primera década del nuevo siglo. El 'Spanish Liverpool' de Rafa Benítez regresó a la élite europea, ganando su quinta Copa de Europa en una memorable final ante el Milan en Estambul. Años después llegó la sexta en el Metropolitano, con Jürgen Klopp al mando.

Fundación: Anfield era la casa del... Everton

El Liverpool Football Club se formó el 15 de marzo de 1892 como consecuencia de las desavenencias entre los dirigentes del Everton Football Club y su presidente, John Houlding, que era el propietario de Anfield, el campo de... los 'toffies'. Un conflicto relativo al alquiler del recinto acabó con el Everton trasladándose a Goodison Park, a menos de una milla de distancia.

Houlding se quedó compuesto y con un estadio vacío, así que decidió fundar el Liverpool F.C. e inscribirse en la Liga de Lancashire. Ganó el título en su primera temporada y en la siguiente pudo participar en la 'Football League' gracias a la renuncia de dos equipos, Accrington y Bootle.

El uniforme original del club era camiseta mitad blanca, mitad azul (como el actual del Blackburn) y pantalón y medias blancas, bastante parecido al de su vecino Everton. Así que en 1894, Houlding decidió cambiar a camiseta de color rojo, manteniendo el blanco en el pantalón y añadiendo rayas rojas a las medias.

La llegada de Tom Watson al banquillo en 1896 trajo consigo el primer periodo exitoso. El equipo se consolidó en la 'Football League', ascendió a la 'First Division' y ganó su primer campeonato en 1901. El segundo llegó cinco años más tarde y en 1914 el Liverpool jugó su primera final de la FA Cup, cayendo ante el Burnley.

Watson falleció repentinamente en 1915 por una neumonía, poco después de estallar la Primera Guerra Mundial. Al concluir el conflicto bélico y reanudarse la competición, el club ganó su tercera y cuarta ligas de forma consecutiva en 1922 y 1923.

Las siguientes décadas no fueron fructíferas para un Liverpool que se movía habitualmente en mitad de la tabla. El quinto título de Liga logrado en 1947, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, fue un espejismo. El club descendió a Segunda división en 1954 y cinco años después tuvo que llegar al rescate desde el Huddersfield Town 'un tal' Bill Shankly. Pero eso es otra historia...

Bill Shankly, el padre de la criatura

Decir Liverpool F.C. es decir Bill Shankly. Y eso que, aunque algunos no lo suelan tener en cuenta, el mánager escocés abandonó inesperadamente Anfield en 1974, ante la sorpresa general y la decepción e incredulidad de sus fans, tres años antes de que los 'reds' ampliaran su reinado de Inglaterra a Europa. Lo hizo tras ganar su segunda FA Cup.

Por un lado, Shankly declaró haber terminado extenuado de su amado fútbol y de relegar durante muchos años a un segundo o tercer plano su vida familiar. Por otro, lo cierto es que su relación con los dirigentes del club y con su propio cuerpo técnico se había deteriorado.

Shankly, al que sus jugadores llamaban 'jefe', dirigió 783 partidos oficiales en el Liverpool durante 14 años y siete meses, desde diciembre de 1959 a julio de 1974. Cuando llegó, el equipo estaba en Segunda división y lo primero que hizo el escocés fue acometer una profunda remodelación a todos los niveles. Mostró la puerta de salida a 24 jugadores y transformó una habitación, donde se guardaban las botas de los jugadores, en sala de reuniones para preparar los partidos y los entrenamientos con su cuerpo técnico.

El técnico escocés no sólo dejó su sello en el terreno de juego. Siete años después de abandonar el Liverpool, concedió una entrevista a la cadena inglesa Granada TV en la que pronunció una frase para la historia del fútbol que, literalmente, y a pesar de lo que se ha hablado y escrito sobre ella, fue la siguiente: "Alguien dijo que el fútbol era una cuestión de vida o muerte. Yo le respondí: 'Perdona, es más importante que eso". Dicha con un sentido genérico y en absoluto literal.

En su primera temporada, Shankly hizo debutar a dos jugadores: Ian Callaghan, centrocampista que aún hoy ostenta el récord de partidos jugados en el club (640), y el delantero Roger Hunt, máximo goleador en Liga con 245 tantos y segundo en total tras ser superado por Ian Rush.

El Liverpool dominó la Segunda división en la temporada 1961/62 y volvió a la élite del fútbol inglés. Dos años más tarde conquistó su primera Liga desde la campaña 1946/47. De este modo, además, se clasificó por primera vez para participar en las competiciones europeas.

En el palmarés de Bill Shankly figuran 3 Ligas, 2 FA Cup, 3 Charity Shield (Supercopa) y una Copa de la UEFA. Amén de dominar en el ámbito nacional, la principal aportación que se atribuye al entrenador escocés es la de haber ido colocando, paulatinamente y sin precipitarse, las cimientos que conducirían a los éxitos internacionales de los 'reds' a finales de los 70 y primera mitad de los 80.

El legado de Shankly es incalculable. Firmó a jugadores que en poco tiempo serían leyendas del club, como el guardameta Ray Clemence, el interior irlándés Steve Heighway, el delantero galés John Toshack, el maravilloso extremo Kevin Keegan y el centrocampista Ray Kennedy, procedente del Arsenal, que fue su última y brillante aportación al Liverpool.

'This is Anfield'

Anfield es la casa del Liverpool desde su fundación en 1892, pero de 1884 a 1891 la ocupó el... Everton. Su capacidad actual es de 54.074 asientos después de la remodelación de la tribuna principal acometida en 2014, que fue abierta al público en septiembre de 2016. Hay planes para incrementar aún más su aforo hasta los 61.000 espectadores.

'The Spion Kop' (o simplemente 'The Kop'), 'The Main Stand', 'The Sir Kenny Dalglish Stand' y 'The Anfield Road End' son las cuatro gradas o tribunas del legendario y mundialmente venerado estadio. Dos accesos llevan los nombres de Bill Shankly y Bob Paisley, en cuyo honor también se erigieron sendas estatuas fuera de Anfield.

Precisamente Shankly, quién si no, fue el ideólogo de colocar a la salida del túnel de vestuarios el letrero en el que reza la frase 'This is Anfield', 'Esto es Anfield', que los jugadores del equipo tocan como una religión al saltar al terreno de juego y a la vez sirve para avisar a su rival de turno lo que le espera: 90 minutos de infierno.

El Liverpool no perdió un solo partido como local en nueve temporadas completas, aunque no consecutivas. Su récord de encuentros seguidos sin caer en casa es de tres años, de enero de 1978 a enero de 1981. Fueron 85, en los que los 'reds' marcaron 212 goles y encajaron 35.

'The Kop'

Antes de hablar de 'The Kop' conviene aclarar que esa nomenclatura no es exclusiva del Liverpool. En realidad se trata de una palabra de origen sudafricano que significa 'colina' y que se aplica a todos los fondos o tribunas independientes de los estadios con una determinada y mínima inclinación. Blackpool, Sheffield United, Preston North End, Leeds United, Leicester City, el nuevo estadio del Tottenham o el mismísimo Parque de los Príncipes del PSG (Kop de Boulogne), entre otros, también tienen sus propios 'The Kop'.

Cierto es que el de Anfield es el 'The Kop' con más fama del mundo del fútbol, situado en el fondo sur y ocupado por los seguidores más fieles y animosos del equipo. Unos privilegiados de los que dicen que son capaces de marcar goles.

Originalmente era un gran fondo cubierto en el que cabían más de 30.000 espectadores de pie. Fue remodelado en la temporada 1994/95, para cumplir con la normativa, y su aforo se redujo a 17.500 asientos. El nuevo fondo, con capacidad aún menor (12.390 aficionados) por seguridad, fue durante tres o cuatro años el más grande de la Premier League hasta la inauguración del Tottenham Hotspur Stadium. En 'The Kop', entre otros locales, están el museo del Liverpool y la tienda oficial del club.

'Reds' y 'You'll never walk alone', la herencia del 'jefe'

Los colores del Liverpool en sus dos primeros años de vida, dicho está, fueron el azul y el blanco. En 1894 pasó a vestir camiseta roja, manteniendo el pantalón y las medias blancas con rayas rojas. Así vistió durante 70 años.

El equipo debutó en competiciones europeas en la temporada 1964/65. En la segunda eliminatoria se midió al Anderlecht. Poco antes de comenzar el partido de Anfield, a Bill Shankly se le ocurrió modificar el uniforme habitual y sus hombres vistieron totalmente de rojo.

El excéntrico y genial técnico escocés explicó después el porqué de su decisión: "Vestir de rojo tuvo un enorme efecto psicológico. Al volver a casa le dije a mi mujer, Ness: '¿Sabes una cosa? Hoy salí a Anfield y por primera vez vi un resplandor, como un fuego ardiendo. Han sido un partido y una noche históricos. Jugamos completamente de rojo. ¡Dios!, los jugadores parecían gigantes. Y jugamos como gigantes". El Liverpool ganó 3-0.

El equipo, en principio, lució esa vestimenta sólo en los partidos europeos, pero pronto la adoptó de forma definitiva. Así nacieron los 'reds'.

También durante el reinado de Shankly, cómo no, empezó a sonar en Anfield una canción que se convirtió en himno del club y del fútbol mundial. Más que eso, en un evangelio hoy día.

Gerry Marsden, vocalista del grupo local 'Gerry and the Pacemakers', se presentó ante Bill Shankly con la grabación de un single listo para salir al mercado en verano de 1963. Era la versión de una melodía de 'Carousel', un musical estrenado en Broadway en 1945.

En cuanto Shankly la escuchó, el Liverpool ya nunca caminó solo. La plantilla fue invitada al programa de televisión ''The Ed Sullivan's show' para interpretar la canción junto con 'Gerry and The Pacemakers'. Marsden invitó a Shankly a subir al escenario y el técnico dijo: "Gerry, hijo, yo os he dado un equipo de fútbol y tú nos has regalado un himno".

'You'll never walk alone' fue número uno en la lista de éxitos del Reino Unido durante cuatro semanas y un canto eterno al fútbol.

Bob Paisley y Kenny Dalglish tiñen Europa de rojo

Bob Paisley, ayudante de Shankly, ocupó su lugar en el banquillo de Anfield. Muy pocos imaginaban que Paisley sería capaz de mejorar a su maestro y predecesor. En su primera temporada, la 74/75, alcanzó el subcampeonato de Liga, lo que precedió a la conquista del título y la Copa de la UEFA el año siguiente. Esta última en una vibrante final a doble partido ante el Brujas, resuelta con un global de 4-3.

Serían los dos primeros de un total de 20 trofeos en 9 años: 6 Ligas, 3 Copas de la Liga, 6 Supercopas inglesas, 3 Copas de Europa, 1 Copa de la UEFA y 1 Supercopa de Europa.

Phil Neal, Terry McDermott y Jimmy Case fueron los tres fichajes más destacados de Paisley en su primera campaña y piezas clave durante toda su etapa al frente de los 'reds'.

Antes de arrancar la temporada 76/77 la estrella del equipo, Kevin Keegan, anunció que la prioridad del Liverpool sería la Copa de Europa. Eso no impidió que conquistara nuevamente la Liga, décima de su historia. Se quedó sin triplete al caer en la final de la FA Cup ante el Manchester United.

Las declaraciones de Keegan resultaron ser premonitorias. El Liverpool alcanzó su primera final de la Copa de Europa, en la que se impuso al Borussia Mönchengladbach por 3-1. Los alemanes, dirigidos por Udo Lattek, eran un equipazo con jugadores de la talla de Rainer Bonhof, Uli Stielike, Alan Simonsen, Jupp Heynckes o Herbert Wimmer. Y perseguían la revancha tras la final de Copa de la UEFA perdida ante el mismo rival cuatro años antes. Sin embargo, los goles de McDermott, Tommy Smith y Neal, de penalti, reflejaron la superioridad de un Liverpool que levantaría al cielo de Roma su primera 'orejona'.

Keegan fue traspasado al Hamburgo en verano de 1977 por medio millón de libras. Para cubrir el hueco dejado por su estrella en el extremo derecho, Paisley fichó a Kenny Dalglish procedente del Celtic. El escocés causó impresión desde que aterrizó en Anfield, donde hoy una de sus cuatro gradas lleva su nombre. Marcó 20 goles en Liga, aunque los 'reds' finalizaron a siete puntos del campeón, el Nottingham Forest, frente al que también caería en la final de la Copa de la Liga. Dalglish logró el único gol en la final de la Copa de Europa (1-0), disputada ante el Brujas en Wembley, que permitió al Liverpool revalidar el título.

Los 'reds' también se adjudicaron su primera Supercopa de Europa, arrollando al Hamburgo en la final a doble partido por un global de 7-1.

La temporada 1978/79 no arrancó bien. El azar quiso que el Liverpool se enfrentara en primera ronda de la Copa de Europa al Nottingham Forest. Los pupilos de Brian Clough ratificaron su condición de bestia negra de los 'reds' y se deshicieron de ellos por un marcador global de 2-0 en lo que fue el principio de su camino hacia el título. Eso sí, los de Paisley recuperarían su reinado en la Liga batiendo el récord de puntos (68), en poder hasta entonces del Leeds United (67), y el de menos goles encajados (16). El Liverpool retuvo el título liguero la campaña siguiente, pero volvió a caer a la primera en la Copa de Europa, esta vez a pies del Dinamo Tbilisi. El Nottingham repetiría victoria en la competición.

Durante esa misma temporada, el Liverpool se convirtió en el primer club británico en lucir el nombre de un patrocinador, Hitachi, en sus camisetas. El presidente, John Smith, tenía meridianamente claro que el club necesitaba percibir ingresos adicionales: "Los días en los que un club como el nuestro es capaz de sobrevivir con el dinero de las entradas han pasado a mejor vida".

La campaña 1980/81 fue todo lo contrario de la anterior. El Liverpool no pasó del quinto lugar en Liga, pero llegó a las finales de la Copa de la Liga y la Copa de Europa. En la primera doblegó al West Ham por 2-1 en el 'replay'. Era su primer título en esta competición, encadenando tres de forma consecutiva.

El Real Madrid de los 'garcías' fue el rival del Liverpool en la final del Parque de los Príncipes de París (1-0). Los 'reds' conquistaron su tercer trofeo en un partido muy igualado que se decidió a ocho minutos de la conclusión con un gol de Alan Kennedy. La jugada se inició en un saque de banda mal defendido por el equipo blanco en la banda izquierda del ataque inglés. El lateral zurdo recibió un balón y aprovechó el pasillo con el que le obsequió la zaga rival para batir a Agustín por el palo corto.

Dos nuevos títulos de Liga consecutivos, el quinto y el sexto de la era Paisley, pusieron fin a la etapa más brillante y exitosa de la historia del Liverpool. El mánager anunció antes de comenzar la temporada 1982/83 que al final de la misma dejaría el banquillo de Anfield a los 64 años. En la anterior el triunfo en Liga se vio ensombrecido por el repentino fallecimiento de Bill Shankly debido a un ataque al corazón. Bruce Grobbelaar había ocupado el lugar de Ray Clemence, fichado por el Tottenham, en la portería de los 'reds'.

Joe Fagan, asistente de Paisley, tomó las riendas del equipo y su estreno no pudo ser más prometedor y triunfal. El Liverpool logró un triplete histórico en la temporada 1983/84. Conquistó su tercera Liga consecutiva, igualando el récord de Huddersfield Town y Arsenal. La contribución del delantero galés Ian Rush fue determinante, consiguiendo 32 goles en el torneo de la regularidad y 13 más en el resto de competiciones para un total de 45.

Los de Fagan se plantaron nuevamente en la final de la Copa de la Liga, que resultó ser un Derbi del Mersey ante el Everton. El empate sin goles en Wembley dio paso a un 'replay' en Maine Road, feudo del Manchester City. Un gol de Graeme Souness valió la victoria por 1-0 y el cuarto título consecutivo en esta competición.

El Liverpool llevó a cabo una brillante campaña en Europa y se clasificó para la final donde le esperaba la Roma y en su propio estadio, el Olímpico de la capital italiana. Con el ambiente en contra, los 'reds' se adelantaron gracias a un gol de su capitán, Phil Neal. Roberto Pruzzo niveló la contienda antes del descanso. Ya no hubo más goles y en los penaltis los ingleses se mostraron más acertados.

Alan Kennedy fue decisivo de nuevo, como en la final de 1981, convirtiendo el lanzamiento que dio al Liverpool su cuarta Copa de Europa. Para la historia quedó la pantomima del singular Bruce Grobbelaar en el penalti inmediatamente anterior al de Kennedy. El guardameta de Zimbabwe se marcó un cómico movimiento por detrás de la línea de gol, como si temblara de miedo, antes de lanzar Francesco Graziani. El italiano enviaría el balón a las nubes.

Las tragedias de Heysel y Hillsborough

El 29 de mayo de 1985 quedó marcado para siempre en el libro negro de la historia del fútbol. Lo mismo se puede decir del 15 de abril de 1989. En ambos casos, por desgracia, con el Liverpool como triste protagonista. Más concretamente sus aficionados.

Aproximadamente una hora antes del comienzo previsto de la final de la Copa de Europa que enfrentaría a Juventus y Liverpool en el estadio Heysel de Bruselas, decenas de 'hooligans' ingleses abrieron una brecha en la valla que separaba a ambas aficiones en el fondo que, en teoría, sólo debería estar ocupado por hinchas de los 'reds'. Sin embargo, un buen número de aficionados de la Juventus habían adquirido localidades reservadas para el público belga.

Los 'hooligans' comenzaron a arrojar todo tipo de objetos a los 'tifosi' y avanzaban para consumar la agresión física, lo que provocó una avalancha de los aficionados de la Juventus al intentar alejarse. Éstos toparon con un muro y con las vallas que separaban la grada del terreno de juego. Muchos quedaron atrapados, aplastados y sin poder respirar. El muro y las vallas cedieron y decenas de hinchas cayeron a la pista de atletismo unos sobre otros. Las escenas que se vieron a través de las cámaras de televisión fueron dantescas y la policía belga, muy criticada por su pasividad, falta de efectivos y tardanza en intervenir.

Treinta y nueve aficionados murieron, 32 de ellos italianos, y más de 600 resultaron heridos. La UEFA debatió con ambos equipos y el árbitro suizo Bruno Galler si el partido debería jugarse o aplazarse. Los jugadores de uno y otro equipo confirmarían después que eran conscientes de que se habían producido graves incidentes pero no del alcance real de lo sucedido.

La final se jugó y la Juventus se proclamó campeón (1-0), con un gol de penalti de Michel Platini. Un penalti, dicho sea de paso, señalado por Galler cuando la falta de Gillespie a Boniek se había cometido un metro fuera del área. El fútbol inglés pagó los platos rotos y sus equipos fueron expulsados cinco años de las competiciones europeas, seis en el caso de los 'reds' que en un principio habían sufrido un castigo de 10 años.

Cuatro años más tarde, antes de que el Liverpool cumpliera su penitencia, el club se vio envuelto en otra catástrofe que en esta ocasión se cebó en las carnes de sus propios aficionados. Sucedió en la semifinal de la FA Cup entre los 'reds' y el Nottingham Forest programada en terreno neutral, Hillsborough, feudo del Sheffield Wednesday.

Poco antes de iniciarse el partido, con un estadio ya abarrotado, cientos de aficionados del Liverpool se encontraban fuera del recinto y trataban de derribar las puertas para acceder al interior de la misma tribuna en la que se encontraban ubicados el resto de seguidores 'reds'.

El comandante de policía, David Duckenfield, ordenó abrir la puerta C en un intento de evitar que los fans la derribaran y temiendo que se produjera una avalancha en la entrada del estadio. Pero lo que pretendía ser la solución terminó siendo el detonante de la tragedia.

Con el partido ya en juego, los hinchas accedieron en masa al interior e intentaron penetrar a toda costa en la tribuna, a empujones y sin preocuparse de las posibles consecuencias. No cabía un alfiler, con miles de personas de pie llenando las gradas. La avalancha fue inevitable. Los aficionados peor parados fueron los que se encontraban en las primeras filas al quedar aprisionados, aplastados contra las vallas que por aquel entonces aún no habían sido eliminadas de los estadios.

Noventa y cuatro hinchas del Liverpool fallecieron ese mismo día, otro unos días después y otro más, que nunca recuperó la consciencia, murió cuatro años más tarde, en 1993. Noventa y seis víctimas mortales y 766 heridos en lo que es el mayor desastre en la historia del deporte británico. El partido, obviamente, no se reanudó (apenas se disputaron 6 minutos) y se jugó tres semanas después, el 7 de mayo, en Old Trafford. El Liverpool derrotó al Nottingham por 3-1, se clasificó para la final y conquistó la FA Cup.

La maldición de la Premier League ya es historia

En abril de 1989 se produjo la tragedia de Hillsborough y en la campaña 89/90 Dalglish guió a los 'reds' a la conquista de su decimoctavo campeonato de Liga. La llegada del israelí Ronny Rosenthal en marzo, cedido por el Standard de Lieja, fue determinante en la conquista de aquel título al conseguir 8 goles en 10 partidos.

Kenny Dalglish presentó su dimisión en febrero de 1991, no sin antes haber dado la alternativa a jugadores como Steve McManaman o Jamie Redknapp. El escocés alegó estar muy afectado por el estrés y tomó las riendas otro mito del club, su compatriota Graeme Souness. En su primera temporada completa ganó la FA Cup y su principal aportación fue subir al primer equipo a Robbie Fowler en la temporada 93/94.

Cuando nació la Premier League como tal en la temporada 1992/93, el Liverpool era el indiscutible rey de lo que hasta entonces se denominaba Liga Inglesa, con 18 títulos. Detrás de él figuraban el Arsenal, a considerable distancia con 10, y el Everton, con 9. Con 7 estaban el Aston Villa y el Manchester United.

Hoy, 27 años después, los 'diablos rojos' de Old Trafford lideran el palmarés con 20 títulos de Liga, gracias a los 13 conseguidos en la era de la English Premier League (EPL). Todos ellos, con Sir Alex Ferguson en el banquillo. Y es que el Liverpool, hasta el logrado ahora en 2020 con Jürgen Klopp en el banquillo, se había quedado clavado en 18, incapaz de conquistar una sola EPL en 27 ediciones.

Rafa Benítez, el milagro de Estambul y un Torres de récord

Roy Evans relevó a Souness a mediados de la temporada 93/94 y durante su mandato brillaron jóvenes que luego serían leyendas del club, como Jamie Carragher y Michael Owen, que había debutado en el primer equipo con 17 años marcando un gol ante el Wimbledon. Owen logró 18 dianas en su primera temporada completa con el Liverpool.

En 1998 Gérard Houllier se unió a Evans. El tándem apenas duró unos meses. Evans presentó su dimisión y el técnico francés se quedó como único responsable. Con Houllier, el Liverpool logró un triplete inédito en 2001: FA Cup, Copa de la Liga y Copa de la UEFA. Esta última en una final inolvidable ante el Alavés en Dortmund, resuelta en la prórroga con triunfo 'red' por 5-4.

Houllier sufrió problemas muy graves de corazón durante su estancia en el Liverpool y en 2004 dejó el cargo. El francés tuvo el acierto y la fortuna de dirigir durante seis años al hombre que marcó una época en los 'reds', hasta el punto de ser el jugador que más tiempo ha portado el brazalete de capitán del Liverpool (12 temporadas): Steven Gerrard.

El elegido para suceder a Gérard Houllier fue Rafael Benítez, que recibió una buena herencia del francés. El Liverpool, clasificado para la Champions gracias al cuarto puesto en la Premier League la temporada anterior. Y a fe que el técnico español lo supo aprovechar al máximo.

El 25 de mayo de 2005 es un día marcado con letras de oro en la historia de los 'reds', que se enfrentaron al Milan en la final de la Champions League celebrada en el Estadio Atatürk de Estambul. El resultado al descanso era de 3-0 a favor de los italianos. Maldini abrió el marcador en el primer minuto y Hernán Crespo sumó un doblete en la recta final de la primera mitad.

Ni el más optimista aficionado del Liverpool podía pensar en la remontada. Pero ésta llegó en apenas seis minutos, los que fueron del 9 al 15 de la segunda mitad. Gerrard, Smicer y Xabi Alonso, que marcó en el rechace de un penalti que él mismo había fallado, obraron el milagro. Lo nunca visto.

El 3-3 ya no se movería y se llegó a los penaltis. En ellos, el héroe fue el meta polaco Jerzy Dudek, que detuvo los lanzamientos de Pirlo y el decisivo de Shevchenko. En esta ocasión el ucraniano sería el villano, dos años más tarde de haber anotado el que dio el triunfo a los 'rossoneri' ante la Juventus. 21 años después, el Liverpool reinaba en Europa por quinta vez.

Rafael Benítez permaneció seis temporadas en el banquillo de Anfield y a la Champions League le siguieron la Supercopa de Europa, la FA Cup y la Community Shield. En 2007 repitió final de la Champions en Atenas, cayendo por 2-1 ante un Milan que se tomó la revancha de lo sucedido dos años antes. Peleó el título de la Premier League 2008/09 al Manchester United, finalizando subcampeón.

El entrenador madrileño españolizó la plantilla. Al éxito de Estambul contribuyeron Xabi Alonso, Luis García, que fue el artífice del triunfo en semifinales ante el Chelsea, Josemi y Núñez. Fernando Morientes también formaba parte de la plantilla. Llegó en el mercado de invierno, pero no pudo participar en la Champions al haber jugado la fase previa con el Real Madrid.

Más tarde vestirían la camiseta de los 'reds', entre otros, Pepe Reina, Arbeloa, Riera, Suso, José Enrique, Iago Aspas, Alberto Moreno y Adrián, que sigue en el club.

Pero quien dejó huella en Anfield de una manera especial fue Fernando Torres. Su fichaje procedente del Atlético en 2007 despertó una ilusión sin precedentes en Liverpool y antes de marcharse al Chelsea firmó 81 goles en 142 partidos oficiales como 'red'.

Torres es el 'rookie' que más goles ha conseguido en la historia de la Premier League. En su primera temporada marcó 28 tantos, superando a Ruud van Nistelrooy, que logró 23 goles a su llegada al Manchester United.

Uno de los mejores recuerdos de Torres en el Liverpool, si no el mejor, fue la noche en la que su equipo pasó por encima del Real Madrid en la Champions League 2008/09. Una goleada por 4-0 en Anfield que el propio Torres encauzó anotando el primer gol a los 16 minutos, al que siguieron un doblete del capitán Gerrard y otro tanto de Dossena.

Y con Klopp llegaron la sexta y la Premier

Roy Hodgson ocupó en 2010 el lugar de Benítez, que hacía tiempo estaba en el punto de mira de los nuevos dirigentes del club. Los malos resultados se llevaron por delante a Hodgson en enero de 2011, y el club recurrió a Kenny Dalglish, que al poco de iniciar su segunda etapa como técnico del club fichó a Luis Suárez y Andy Carroll para paliar el traspaso de Fernando Torres al Chelsea.

El escocés estuvo temporada y media, ganando una Copa de la Liga. En 2012 fue reemplazado por Brendan Rodgers, que en tres temporadas completas lo más que hizo fue rozar el título de la Premier League en 2014. En octubre de 2015, Rodgers, que como Benítez también se las tuvo tiesas con los propietarios del club, fue destituido.

Jürgen Klopp, técnico muy cotizado, fue la apuesta de los 'reds' en 2015 tras la destitución de Brendan Rodgers. El ex entrenador del Borussia Dortmund tardó poco en ganarse a los aficionados por su carácter extrovertido y una fuerte personalidad. En su presentación se autocalificó como 'The normal one' y prometió que en cuatro años llegarían los títulos. También lanzó un mensaje a los fans y a los propios jugadores: "Desde ya tenemos que dejar de ser escépticos y creer".

En su primera temporada clasificó al Liverpool para la final de la Copa al ganar al Manchester City por penaltis. Meses después los 'reds' cayeron ante el Sevilla en la final de la Europa League (3-1). La octava posición en la Premier League les dejó fuera de Europa la siguiente temporada.

El entrenador alemán se tomó su tiempo para ir formando un EQUIPO con mayúsculas. No se había planteado retos inmediatos e inalcanzables y dos cuartos puestos seguidos en la Premier League, en las campañas 2016/17 y 2017/18, se dieron por buenos al suponer la vuelta del Liverpool a la Champions. Roberto Firmino, Sadio Mané y Mohamed Salah iban apuntalando un armazón de lo más esperanzador.

Faltaba reforzar la defensa y para eso se fueron asentando en la titularidad Andrew Robertson y Trent Alexander-Arnold, en los laterales, y Dejan Lovren y Joe Gomez en el centro. Pero Klopp tiró la casa por la ventana y fichó en enero de 2018 a Virgil van Dijk por una cifra récord para un defensa de 80 millones de libras.

A la cuarta plaza liguera de 2018 le acompañó nada menos que la clasificación para la final de la Champions League ante el Real Madrid en Cardiff. La temprana lesión de Salah en una acción con Sergio Ramos, tras un arranque más que prometedor del Liverpool, marcó el devenir del encuentro y del título, que viajó a la capital de España (3-1).

No pudo ser a la primera, pero sí a la segunda. El flamante nuevo Estadio Metropolitano fue talismán para 'los reds', que conquistaron su sexto título de la máxima competición de clubes del mundo tras derrotar al Tottenham por 2-0. La final se les puso de cara a los dos minutos con un penalti transformado por Salah. Cuando el partido entraba en su recta final, Origi remataba a los 'spurs'.

Pero el Liverpool comenzó a ganar el título en semifinales, cuando tras perder 3-0 en el Camp Nou dio la vuelta a la eliminatoria con un 4-0 en Anfield, sin los lesionados Salah, Firmino y Keita, que dejó boquiabierto al mundo entero. Los dobletes de Origi y Wijnaldum propiciaron una remontada histórica.

Klopp cumplió la promesa realizada en 2015 cuando llegó. Al cuarto año cayó el primer título. Y no fue el único. La Champions arrastró al Liverpool a la conquista de la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.

En cuanto a la Premier League, en la temporada 2018/19 el Liverpool logró cifras de récord. Ganó los primeros seis partidos de Liga, nunca visto hasta entonces en el club. Sólo perdió un encuentro, ante el Manchester City, y ganó sus últimos nueve choques. Sumó 97 puntos, tercera mejor puntuación en la historia de la máxima categoría del fútbol inglés. Pero no fue suficiente porque en el mano a mano con el Manchester City, los de Guardiola se llevaron el gato al agua.

El Atlético de Madrid, en una noche milagrosa de marzo, con una prórroga mágica, no permitió que el Liverpool pudiese seguir optando a la séptima en 2020. Pero la maldición de la Premier League, pandemia mediante, ha pasado a ser un mal sueño del que el Liverpool ha despertado 27 años después.

Etiquetas: