🎒 ¿Qué meto en la mochila para un viaje de larga duración? 👟

Sientes los nervios en el estómago. Mezclados con una ilusión infinita, hacen que apenas te dejen dormir. Dentro de poco cerrarás la puerta de tu casa, irás al aeropuerto y volarás lejos de tu mundo conocido… De tu zona de confort. Por delante tendrás meses de incertidumbre en los que tu ruta planeada se convertirá en un ser flexible y con vida propia. Una aventura en la que vivirás situaciones totalmente nuevas, conocerás a gente que dejará una huella indeleble en tu vida, te sumergirás en culturas muy distintas a la tuya y, sobre todo, aprenderás sobre ti mismo.

Un viaje de larga duración es algo que todo ser humano debería hacer, al menos, una vez en su vida. Y si son más, mejor.

En los días previos a la salida, llega el momento de ultimar detalles. Uno de los más importantes es la mochila: ¿qué llevarme para tanto tiempo? Pues la cosa no es sencilla. Si no quieres encontrarte a miles de kilómetros de casa lamentando haberte olvidado algo vital en tu viaje, te aconsejamos leer esta completa guía sobre qué llevar en la mochila en un viaje de larga duración:

1. Ropa

La ropa ocupará gran parte de tu mochila y elegirla bien puede hacer que tu viaje sea distinto. Eso sí, si no te leíste esta guía antes de salir y tu elección de ropa ha sido un desastre, no te preocupes, siempre puedes donar la que no quieras o no necesites y comprar nuevas prendas en-route. Recuerda que cuanto más ligero viajes, mejor.

1.1. Camisetas

No necesitas un gran número de camisetas (¡no seas vago y lava!). Las camisetas ideales para un viaje a zona calurosa son las de manga corta, hechas de un tejido ligero y que se seque rápido. El número aconsejable está entre 4 y 7.

En cuanto a los colores, los oscuros son mucho más sufridos, pero se cree que los colores claros atraen menos a los incómodos mosquitos, tus “amigos” inseparables en zonas tropicales.

1.2. Polos o prendas de abrigo

Siempre viene bien tener alguna prenda de abrigo. Aunque viajes a zonas tropicales, en autobuses y aviones el aire acondicionado puede hacer que tus dientes lleguen a castañear. Si es en un trayecto largo, lo puedes llegar a pasar muy mal.

Si en tu viaje vas a visitar zonas algo más templadas con días ocasionales de frío, lo mejor es que lleves algún cortavientos ligero, que ocupe y pese lo justo, pero proteja adecuadamente del frío. Si además tiene funciones de chubasquero, mejor que mejor.

Un chubasquero es otra prenda fundamental y los polos, o alguna camisa o camiseta algo más arreglada, pueden salvarte algún día en el que tengas alguna cena, evento o salida especial.

1.3. Pantalones y faldas

Lo que te vamos a decir a continuación te va a chirriar un poco: deja los pantalones vaqueros en casa. Este sacrilegio contra los pantalones de moda de las últimas décadas lo agradecerás durante el viaje. Los vaqueros dan calor y pesan en la mochila. Un auténtico incordio.

En zonas calurosas, lo ideal es llevar un par de pantalones cortos y ligeros (mejor si sirven también como bañadores), y otro par de pantalones largos (uno más abrigado si vas a visitar también zonas frías). Los típicos multi-bolsillos que se secan rápido son los más indicados. Los convertibles – largos que se pueden hacer cortos separándolos por la cremallera – son una opción dos en uno, pero depende mucho de gustos.

Una compra habitual en route, son los típicos pantalones largos, de tela fina y algo abombados, que venden en el sudeste asiático.

Las chicas pueden aplicarse las mismas reglas, pero añadiendo faldas cortas y largas – en determinados países musulmanes, africanos y asiáticos a veces es mejor ir más cubierta – y bikinis en lugar de bermudas/bañadores.

1.4. Gorras y sombreros

Para protegerte del sol, será fundamental llevar alguna gorra o sombrero. Si no eres de los que pierden las cosas, con llevar una sobra.

1.5. Calzado

Aquí también hay que ser inteligente y no llevar más de lo que vamos a necesitar. Mucha gente opta por llevar pesadas botas de trekking, la mayoría de las cuales solo son necesarias si se van a realizar técnicas rutas de alta montaña. Si ese no es el caso, limítate a llevarte dos pares: unas zapatillas de trekking decentes y algo que sirva para ir a la playa con comodidad.

En el segundo grupo entran las chanclas de toda la vida, las que se atan con tiras de velcro y tienen mejor suela o las que son algo más cerradas (como las antiguas cangrejeras, pero técnicas y de calidad) y tienen suela de calzado de trekking.

Haznos caso: todo lo demás sobra. Si en algún momento del viaje tienes que vestir algo mejor, simplemente elige unas zapatillas de trekking que no sean demasiado llamativas.

1.6. Ropa interior

Lo dicho anteriormente con las camisetas: lleva lo necesario para un viaje de una semana. Con 7 mudas de ropa interior (y los mismos o algo menos de calcetines) es más que suficiente. Si viajas a sitios calurosos, ten en cuenta que puedes pasar días vistiendo solo tu bañador o bikini.

2. Equipo de acampada

Esta lista depende mucho del tipo de viaje que vayas a realizar: si piensas pasar un buena cantidad de días en la naturaleza o, por el contrario, optas por un viaje más urbanita en el que siempre dormirás en hostales u hoteles.

2.1. Tienda de campaña

Suele ser mejor no llevarla, incluso aunque pienses realizar senderismo o ascensiones en las montañas. Si el lugar está medianamente preparado para ese tipo de turismo, te podrán alquilar todo el material. Quizá sí tenga su papel en países de salvaje naturaleza, pero que a la vez son seguros y volcados con el turismo de acampada. Un buen ejemplo puede ser Nueva Zelanda.

Si decides llevarla, elige una que sea realmente ligera.

2.2. Cubiertos y platos

Algo que sí aconsejamos llevar siempre es un juego de cubiertos (tenedor, cuchillo y cuchara) de plástico. Son ligeros y te vendrán bien en la naturaleza e incluso en hostales que no dispongan de buena cocina común.

Un recipiente para llevar agua también es muy aconsejable.

2.3. Saco de dormir y sábanas

Aunque no aconsejamos la tienda, un pequeño y ligero saco de dormir puede ir bien, ya que te servirá para dormir con más tranquilidad en hostales de dudosa higiene o durante las acampadas en la naturaleza. Las sábanas ligeras que la gente utiliza para dormir en sacos de alquiler también tienen una función parecida.

Si vas a viajar a lugares fríos (o alta montaña), fíjate bien en la temperatura mínima que soporta tu saco. No te querrás pelar de frío en las noches andinas.Lleva también un aislante ligero. Absorberá tanto el frío como las irregularidades del terreno.

3. Salud

Este apartado sí es completamente indispensable.

3.1. Botiquín médico

Llevar un botiquín médico con lo esencial puede salvarte el viaje en cualquier momento. Algunas de las cosas que no pueden faltar en él son: antidiarreicos, vitaminas, tiritas, Betadine o Mercromina, aspirinas, paracetamol, ibuprofeno, probióticos (para la reposición de la flora intestinal tras sufrir diarrea), sobres de suero para evitar la deshidratación, pastillas purificadoras de agua (o de yodo), tijeras pequeñas y, si viajas a zonas con alerta por malaria, un kit potente de Malarone por si la contraes (en países como Mozambique se toman una dosis alta durante cuatro días para controlar sus efectos).

3.2. Protección solar

Ya hemos comentado la importancia de llevar una gorra o sombrero, pero además necesitarás llevar en la mochila un buen protector solar (mínimo factor 30) y gafas de sol. No es ninguna tontería, pues las quemaduras solares son realmente molestas y potencialmente muy peligrosas para la salud.

3.3. Mosquitos

La mayoría de viajes de larga duración suelen organizarse por una ruta que incluye varios países tropicales o ecuatoriales, donde los mosquitos se han asentado placenteramente y no se contentan solo con picarte, sino que además te pueden contagiar enfermedades peligrosas, como la malaria, el dengue o el famoso zika.

El tema de los mosquitos es complicado. En tu mochila debes llevar un repelente fuerte. De todas maneras, no siempre funcionan. Algunos trucos de dudosa efectividad pueden ser vestir ropas de colores claros o tomar todos los días, durante las dos semanas previas a tu llegada a una zona de mosquitos, 500 mg de vitamina B. Parece ser que tu cuerpo después la elimina por el sudor y esa sustancia mantiene a esos minúsculos vampiros con alas alejados.Lo que más triunfa siempre es el sentido común: vestir lo más tapado posible desde el anochecer al amanecer y ser un gato cazándolos.

En cuanto a la mosquitera, es un trasto inútil que solo te recomendamos llevar si vas a viajar al África Subsahariana.

4. Entretenimiento y tecnología

En un viaje de larga duración, vivirás una gran cantidad de tiempos muertos en los que te aburrirás como no tengas nada con lo que entretenerte. Además, al estar tanto tiempo fuera de casa, sentirás morriña y querrás estar en contacto con los tuyos.

4.1. Libros

Aunque los románticos prefieren los libros de papel, el E-book es mucho más práctico para un viaje de larga duración. Una buena lectura pueden ser las guías de viajes de los países que vas a visitar.

4.2. Smartphone, Tablet y ordenador portátil

Para conectarte con los tuyos, ver pelis o series, o entretenerte jugando a algo, necesitarás alguno de estos tres avances tecnológicos. Eso sí, intenta no llevarte un modelo potente, caro y de última generación porque es probable que te lo roben, lo pierdas, se moje o lo rompas de un golpe a la mochila. Estas cosas pasan con mucha frecuencia cuando estás meses o años dando vueltas por el mundo y te llevarías un buen disgusto.

4.3. Cosas más simples

Un bloc de notas y un bolígrafo te puede permitir ir escribiendo la historia de tu viaje. Te entretendrá y será un recuerdo maravilloso para toda la vida.

Una baraja de cartas o algún pequeño juego de mesa no solo te servirá de entretenimiento sino que además podrá ayudarte a conocer gente.

5. Otras cosas muy útiles

5.1. Linterna frontal

Uno de los objetos más útiles para cuando acampes o duermas en hostales en los que tengas que preparar tu mochila de madrugada. También puede servirte para trekkings nocturnos o ver amaneceres desde lugares espectaculares, como los templos de Bagan, en Myanmar.

5.2. Aseo personal

Lleva lo que usarías normalmente en casa: cepillo y pasta de dientes, gel y champú (en botes pequeños, pues puedes ir comprando por el camino), desodorante y algo de perfume. Si estás abierto a que el amor surja en la ruta, tampoco olvides llevar preservativos en los que confíes.

Tampoco olvides llevar una toalla ligera de las que se secan rápido y ocupan poco.

5.3. Navaja multiuso

Te puede sacar de muchos apuros. Abrir latas de comida, cortar uñas, cortar ramas para encender un fuego, abrir una botella de vino en una noche especial con un viajero o viajera que hayas conocido…

5.4. Kit de lavado

Fundamental. Lleva un jabón líquido o una pastilla de jabón duro que sirva para lavar tu ropa. Lo necesitarás con mucha frecuencia.

5.5. Tarjetas de crédito

Aunque es aconsejable llevar algo de dinero en metálico para alguna emergencia (euros o dólares preferiblemente), lo mejor es viajar con tarjetas de crédito. Lleva dos, cada una en un lugar diferente y, si puede ser, asociadas a distintas cuentas bancarias. Si pierdes o te quitan una, siempre tendrás recursos.

5.6. Cinturón para el dinero

Es un clásico, pero sigue siendo imbatible. Cuando llevas tarjetas de crédito, dinero de distintos países, el pasaporte, la cartilla de vacunación… La mejor manera de conservarlo en un sitio seguro y tenerlo controlado en todo momento, es llevando uno de esos cinturones finos y con bolsillo que va pegado al cuerpo por debajo de la ropa.

Intenta comprar uno que no de mucho calor y sea cómodo de llevar.

5.7. Mochila pequeña

Por último, aparte de llevar una mochila grande, es muy conveniente llevar una pequeña. Hay mochilas de 60 o 70 litros de capacidad que ya llevan una pequeña integrada, pero si no es así, cómpratela.

Lo agradecerás cuando te des cuenta de que durante el 90% del tiempo de viaje, no cargarás con la mochila grande sino que llevarás la pequeña. Es un gran alivio para tu espalda. Excursiones cortas, rutas de senderismo, días en la playa, salir a hacer la compra, visitas de monumentos… ¡Mochila pequeña al poder!

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