Por clothing-bag, 05/05/2022

Crónica de ambiente - La Opinión de Murcia

En un bar cercano, un grupo de cinco parejas se sienta a una mesa, en el interior. Ninguno lleva la mascarilla puesta porque están tomando cerveza y tapas. No hay distancia de seguridad. Charlan con vivacidad y ríen y levantan las voces. Las camareras que los atienden llevan mascarillas. Una de ellas acaba de pasar el covid y se la ve algo desmejorada. «¿Cómo te encuentras?», le pregunta un cliente. «Regular todavía», le responde. «Ya me han dado el alta y he vuelto al trabajo, pero aún me canso y me siento muy floja», añade mientras avanza hacia la mesa de los diez comensales con dos platos de nachos con guacamole.

Por la calle, va un chico joven. Lleva una sudadera y un pantalón corto negro. Debe ser la moda, pero lo cierto es que, haga frío o calor, muchos jóvenes y no tan jóvenes han decidido que ellos van a seguir llevando pantalón corto, negro siempre, eso sí, por la calle, como en agosto. Resulta curioso ver a unos viandantes con el chaquetón y la bufanda y a otros con la pierna al aire. Y puede ser que vengan de un gimnasio porque muchos llevan una mochila, pero, ahora, como todo el mundo lleva mochilas, aunque vaya de traje y corbata, tampoco puede saberse de dónde vienen exactamente. Como dice un amigo mío, yo creo que lo hacen por escarnecer, por acomplejarnos a los del chaquetón.

Crónica de ambiente - La Opinión de Murcia

Es por la mañana del día de Reyes. Por la mota del río, a su paso por la ciudad de Murcia, puedes ver a una buena cantidad de personas haciendo deporte. Hay aproximadamente el mismo número de mujeres que de hombres, o sea que en esto de cuidarse sí que hay igualdad. Los hay que andan o que corren a un ritmo normal y también los hay los que acomplejan a todos los demás porque van muchísimo más rápidos y además sin inmutarse, mientras que otros, y otras, más lentos, parecen que van a echar los bofes. También hay ciclistas, todos vestidos de ciclistas, equipos completos de casco, malla ajustada y calzado correspondiente. Nadie va en bicicleta sin esos equipos de vestuario, lo que llama la atención de los que somos mayores, que salíamos a hacer bicicleta con un bañador viejo, como mucho. También van en mallas algunos de los que salen a andar, marcando todo lo marcable y sintiéndose obviamente felices por ello.

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