Por clothing-bag, 24/01/2023

Chiara Ferragni: "Tendré más hijos, seguro, uno o dos Tengo dos hermanas pequeñas y sé lo que es vivir esa relación tan especial"

Chiara Ferragni (Cremona, 1987) es tan internacional como la pizza o la pasta. Y la más italiana entre las italianas. La influencer con mayor poder mediático del mundo –según Forbes– daba buena cuenta de ello este verano recalando junto a su marido, el rapero Fedez, y su hijo, Leone, de dos años, en rincones diversos de su país que posteriormente posteaba. Un ejercicio patrio impagable por cualquier oficina de turismo, más teniendo en cuenta que el sector turístico representa el 13% del Producto Interior Bruto (PIB) italiano. “Sentimos que era nuestro deber enseñar Italia a nuestros más de 30 millones de seguidores”, responde Chiara en conversación telefónica desde Milán, donde InStyle realiza este shooting pocos días después de que reabran los aeropuertos. Es solo un hilván de una carrera virtual sin precedentes (con beneficios reales de más de 30 millones de euros al año) que se estudia en Harvard como caso de éxito. “Antes blogger y ahora emprendedora digital y directora de The Blonde Salad, una revista con e–commerce.” Así es como le gusta definirse a ella.

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InStyle. El confinamiento te pilló en Milán. ¿Lo viviste como una especie de bendición, al poder pasar más tiempo con tu familia, o como una condena?

Chiara Ferragni. Al principio fue duro porque tenía cerrados compromisos, viajes, etc... y nos preocupaba cómo iba a afectar a mi trabajo. Luego, la cosa se puso tan fea que solo pensaba en lo afortunados que éramos por estar sanos y juntos. Me vino bien parar un segundo y disfrutar de mi familia 24 horas, 7 días a la semana durante dos meses y medio, algo que no había hecho antes, cuando lo que tenía era tiempo en calidad pero no en cantidad. Ahí entendí que, de toda mi vida, lo que más feliz me hace es estar con mi familia.

En 24 horas, tú y Fedez lograsteis recaudar 3 millones de euros que destinasteis al hospital San Raffaele. ¿Pensaste entonces que era una suerte ser una influencer con tanto alcance?

Siempre he creído en el poder de compartir. Mi carrera está basada en eso. Mucha gente piensa que las redes sociales son negativas para la salud mental por cómo pueden hacerte sentir, porque muestras tu vida y a ti misma. Yo en cambio creo que son revolucionarias: permiten usar la voz y la audiencia para crear algo bueno que beneficia a otras personas.

Las has utilizado este verano para enseñar tu país. ¿En qué momento se te ocurrió?

Desde que la pandemia comenzó, en Italia tuvimos los datos más altos de Covid. Nos asustamos. Y pensamos que, con tantos casos, la gente que tenía previsto visitarnos también estaría atemorizada. En cuanto se pudo, Fedez y yo decidimos que era el momento de viajar a diferentes rincones. Los dos somos italianos y tenemos uno de los países más bonitos del mundo. Dio resultado. Muchos artículos decían: “Los Ferragnez han estado aquí”. Aumentó el interés y se tradujo en reservas. Hicimos algo bonito para nosotros, como es disfrutar de nuestra tierra, pero al mismo tiempo sentimos la urgencia de apoyar al turismo italiano en un momento tan peculiar.

Durante la pandemia perdiste a tu abuela...

Chiara Ferragni:

No fue por coronavirus. Aunque la situación no ayudó y probablemente no la pudieron tratar como lo hubieran hecho en circunstancias normales porque había otras emergencias. Pero era mayor y llevaba muy enferma desde enero. La peor parte fue la imposibilidad de hacerle un funeral en condiciones. Al menos pude despedirme el día anterior, antes de que nos confinasen.

En una familia de mujeres (tiene dos hermanas más jóvenes, Valentina y Francesca), ¿cómo se vive el matriarcado?

Mi madre es el pilar; sin duda, la que más personalidad tiene. Yo también soy fuerte y ambas hemos llegado lejos de diferentes formas (Marina di Guardo, la progenitora, es escritora con cinco thrillers en su haber). Si tengo que destacar algo de ella es que desde que éramos pequeñas nos fomentó el creer que podíamos llegar tan lejos como quisiéramos. Nunca hizo diferencias entre nosotras y eso ayudó a que creciésemos como aliadas, no como enemigas. Conozco a hermanos que no tienen buena relación debido a que sus padres les trataron de pequeños de manera diferente. Si yo era capaz de hacer algo, mis hermanas, al menos, tenían que intentarlo.

¿Aprendiste de feminismo en casa?

Sí. Me considero feminista en el sentido de que la mujer tiene que tener la libertad de hacer lo que desee: si me quiero vestir sexy un día lo hago por mí, por sentirme poderosa, no porque un hombre me vaya a mirar. He tenido la fortuna de crecer al lado de una mujer bella pero, además, con aficiones. Viajar, la fotografía, la moda... mis pasiones son a la vez las de mi madre. Las mujeres somos incluso más habilidosas que los hombres porque estamos acostumbradas a hacer varias cosas a la vez: trabajar, ser madres, esposas y amigas. No debemos menospreciamos. Encontrar a alguien (más si es mujer) que alcanza el éxito joven es bastante raro en Italia. Los emprendedores son mayores, así que estoy en el deber de compartir mi éxito para inspirar a otras mujeres.

The Blonde Salad, el blog que creaste con tan solo 22 años, celebra a finales de octubre su undécimo aniversario. ¿Te identificas más con la Chiara influencer o con la mujer de negocios?

Me defino como emprendedora digital. No me gusta la palabra influencer. No hay nada malo en ella porque empecé como blogger, pero si alguien me describiese así ahora creo que se quedaría corto porque no me representa. He levantado un emporio alrededor de mi nombre y es importante que la gente entienda que mi trabajo no es solo vestirme y sacarme fotos. Esto es fácil y cualquiera puede hacerlo y triunfar. Poca gente entiende el volumen de trabajo que hay detrás de lo que hago. Rodeada, eso sí, de gente joven y talentosa.

Muchos actores dicen haber forjado sus carreras a base de ‘noes’. ¿Es tu caso?

Absolutamente. Desde mis inicios tuve claro que solo trabajaría con marcas con las que realmente me identificara. No hablo únicamente de lujo: también las hay maravillosas y asequibles de street style. Ahora estoy involucrándome en temas foodies y de viajes; me parece interesante ir construyendo una marca de life-style. Es bonito que quien sigue mi vida sepa lo que hago con ella, siempre que sea auténtico. Jamás podría promocionar algo que no me gusta. Mis seguidores no lo entenderían y perdería rápidamente mi credibilidad.

De adolescente soñabas con parecerte a Paris Hilton, pero se refieren a ti como la sucesora de Anne Wintour. ¿Cómo te sienta el cumplido?

De maravilla, aunque no es lo que deseo hacer. No quiero trabajar en una revista ni tampoco de periodista. Recuerdo los comienzos, cuando el mundo editorial se puso en contra de las bloggers porque pensaban que queríamos robarles el trabajo, que intentábamos ser periodistas sin tener formación. No es mi caso. Mi trabajo se ha centrado en crear mi propia plataforma, donde tener voz y, sobre todo, total libertad. Yo decido con quién trabajo y, a estas alturas de mi vida, soy afortunada porque puedo escoger. No espero a que las marcas vengan a ofrecerme una colaboración. Pensamos en proyectos y los proponemos. La mayoría de las veces funciona, pues las firman buscan eso: gente proactiva que se implique.

Como visionaria digital, ¿cuáles son tus planes para mantenerte en la cresta de la ola?

Creo, especialmente ahora, que la clave reside en ser auténtica y decidir qué quieres hacer con el poder que otorgan las redes. En mi caso, dejando a un lado el hecho de seguir reinventando el negocio, se trata de encontrar causas para las que pueda ser una buena voz. Últimamente no dejo de pensar en la gratitud, en devolver. Cuando eres tan afortunado como yo, ayudar es un deber. Lo he hecho con mi país tras la Covid, animando a las mujeres con mensajes positivos. Antes era complicado, pero ahora, gracias a las redes sociales, si tienes algo valioso que decir puedes compartirlo y crear tu audiencia. Yo no vengo del mundo de la moda y he construido mi carrera creyendo en mí misma.

En Instagram, sigues a mujeres fuertes como Oprah y Michelle Obama. ¿Son tus iconos femeninos?

¡Sí! Hace unos meses vi el documental de Michelle y me encantó. Adoro a las mujeres que sirven de ejemplo a las nuevas generaciones. Con Chiara Ferragni Unposted (Amazon Original) pretendí eso mismo: hacer ver a la gente joven que todos tenemos altibajos, que lidio con la autoestima, como todo el mundo, y que me he encontrado con gente que no creía en mí. Ahora mismo tengo esa sensación de serenidad y gratitud que me hace llevar una mejor vida. Otra mujer a la que admiro es Bebe Vio. No tiene ni brazos ni piernas y se convirtió en atleta paralímpica. Es la persona más positiva que he conocido en mi vida. Y el mejor ejemplo de que todo el mundo tiene algo que aportar.

Como curiosidad: también sigues a las actrices españolas Ester Expósito y Úrsula Corberó.

Me encanta Élite y todos los personajes. La casa de papel también es de mis favoritas. A Úrsula la conocí en un evento en Madrid el verano pasado. Es estupenda. Conecto enseguida con los españoles. Siento como si fuésemos del mismo país. Después de Italia, España es mi segundo lugar favorito en el mundo [este año, cambió sus ya instauradas vacaciones veraniegas en Ibiza por Cerdeña]. Los españoles sois los más felices. Tenéis esas buenas vibraciones que siempre busco en la gente.

Leone, tu hijo, es, con permiso de Fedez, el protagonista de tus redes. ¿Qué te ha traído de bueno y de malo la maternidad?

La mejor parte es querer a alguien sin límites. Y que sea un amor de vuelta, claro. Lo peor es que estás siempre asustada, lo cual es una locura. Yo no era nada ansiosa antes y ahora lo soy. Si leo que le ha ocurrido algo a un niño, me paso inquieta el resto del día.

¿Te gustaría tener más hijos?

Sí. Uno o dos. Tengo dos hermanas pequeñas y sé lo que es vivir esa relación tan especial. Tendré más niños, seguro.

En un momento de tu documental, Fedez te propone pasar un año sabático. ¿Sigue en pie?

No lo necesito. Mis descansos son cortos, de uno, dos días máximo si estoy muy cansada, ya que recargo las pilas enseguida. Además, después de la Covid viajo menos y puedo dormir con mi hijo todas las noches. Los fines de semana hacemos escapadas en familia. Para mí es suficiente.

¿Te consideras una persona supersticiosa?

Supongo que algo sí, como buena italiana (risas). Antes de ir a la cama, rezo por la salud de mi familia. Tengo fotos de todos y les voy besando uno a uno. A cada uno de ellos.

Un consejo de estilo tuyo vale oro. ¿Nos lo das?

Piensa en la persona que quieres ser y ve a por ello. No dejes que nadie te diga que no puedes ser quien deseas. Confía siempre en tu instinto y en nadie más.

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