By clothing-bag, 12/12/2022

What should we know before practicing sex in water

Cinco mandamientos imprescindibles para ligar en veranoQué debemos saber antes de practicar sexo en el agua

Water erotic has a simple logic: the sensations that awaken wet skin, the lightness of the bodies when they dive into the water and the memory of so many mythical film scenes with characters that are delivered to their passions in paradisiacal places.Is it still surprised that practicing sex in the water is the most recurring whim during the holidays?

Like fantasy, spectacular.But when one enters a slaughter, he realizes that emulating the mythical adulterer sex image that starred Deborah Kerr and Burt Lancaster in 'From here to eternity' is almost impossible and even risky task.Unrepeatable is the exuberance of their anatomies, but even more the crystalline waters or its impoluta sand.Without spotlights or cameras, it turns out that the rest of the mortals the gravel damages our intimate zone and drills the condoms and that millions of bacteria await us in the water that put our health in a serious squeeze.

Despite this, the gynecologist Eduardo Cubillo Rodríguez understands that the summer atmosphere is too suggestive to let the opportunity to enjoy a unique experience, more when our spirit has already awakened more playful, sensual and picanton.We are not in a distant and uninhabited natural paradise, there are also no sound bands, but the libido is at its peak.Although finally one decides that it may be better to finish the session on the mainland.What the doctor advises is a precautionary caution before the possible risks involved in the practice of sex in water:

  1. El agua salina, magnífica para la mucosa nasal y oral, también ejerce un efecto similar sobre la mucosa vaginal. Pero deja de serlo si el mar está turbio. Las diferentes bacterias que habitan en él, y también en la arena, pueden generar una infección. Conviene lavarse bien al salir con agua limpia y jabón neutro.
  2. El agua de la piscina favorece las infecciones urinarias. Si no tiene una correcta cantidad de cloro, el riesgo es alto. Las mujeres sexualmente activas son más proclives a las cistitis de repetición y, de hecho, suelen aparecer después del coito. Sobre todo si este es intenso, puede inflamar la mucosa y hacerla más vulnerable a la infección. Sus síntomas -picor, escozor y urgencia miccional- deterioran la vida sexual y reducen la libido.
  3. Pero el exceso de cloro tampoco es saludable, ya que propicia la aparición de hongos y puede irritar la zona genital durante el coito. La humedad de los bañadores se convierte en el hábitat predilecto de los hongos. Un consejo es cambiarse el bañador inmediatamente o al menos secarse bien con una toalla limpia, ya que los hongos proliferan en estas condiciones. Se debe evitar la ropa interior demasiado ajustada y de fibras sintéticas que dificultan una adecuada transpiración.
  4. Uno de los mayores riesgos, sobre todo en jóvenes menores de 25 años, es la clamidia, una enfermedad de transmisión sexual muy común de fácil propagación. En muchos casos no presenta síntomas. El ginecólogo Cubillo Rodríguez relaciona la bacteria Chlamydia Trachomatis más con el aumento de relaciones esporádicas en época estival que con el agua. Se puede contraer la infección durante las relaciones sexuales anales, vaginales u orales con una persona que ya la sufre.
  5. Aunque nos cueste convencernos, el agua es un pésimo lubricante. Elimina casi por completo la lubricación natural de nuestro organismo. Por tanto, lejos de facilitar la penetración, la complica. El remedio puede estar en un lubricante con base acuosa, pero a estas alturas no hace falta recordar que el coito no es, ni mucho menos, el único recurso sexual. Las pasiones veraniegas propician la creatividad y las ganas de estrenar un repertorio más variado y divertido.
  6. Ni la improvisación ni las prisas ante el riesgo de ser pillado son excusas para no usar el preservativo. Sin embargo, solo los más experimentados en acrobacias acuáticas saben que la colocación del condón en este medio es muy complicada. La fricción que causa la falta de lubricación en el agua hace que se rompa con facilidad. Se aconseja colocarlo una vez que el pene está erecto y mejor fuera del agua para que el sexo submarino no acabe siendo motivo de embarazos no deseados o de temidas infecciones de transmisión sexual (ETS).
  7. Por último, precaución con las caídas y con los objetos extraños. Los juegos en la oscuridad pueden ser muy excitantes, pero no están exentos de riesgos. Sobre todo, conviene elegir zonas con suelo antideslizante.

Qué debemos saber antes de practicar sexo en el agua

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